domingo, 22 de junio de 2008

Sobre el nazareno (Analepsia CCCI)

Dentro del vago fenómeno del cristianismo decimonónico y sus múltiples implicaciones teóricas, han existido sólo dos hombres que, hasta el momento, han merecido mi humilde consideración y mi honda conmiseración: el profeta de la auténtica cristiandad y el verdadero anticristo.

Sören Kierkegaard el nombre del primero, Friedrich Nietzsche el nombre del segundo.


Desde las alturas, a la derecha y a la izquierda del Padre respectivamente, permanecen ambos en alta estima por parte de las huestes celestiales, siendo sujetos de una valoración inigualable mientras contemplan el mundo y sus vicisitudes, ya lejos de los efectos de todas ellas: uno por irracional amigo, otro por acérrimo enemigo.

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