![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhDthApP6LxuArO4KqiPH-cRl9kQowHvaSJPQBwoDJ2y-ZnipeFjwvYReHFT4y_hRHN4g-xK5dO0I0upunY3JjWyx59TI0fkBR4zxgrFyqIKfutc01QNkML1NNxHKw90BT4dvwxBP5Oad0/s320/monet_seine_vetheuil_1880.jpg)
Por fin... hemos llegado.
¿No es hermoso?
Hemos llegado limpios, ligeros, vigorosos. Sin ideas absurdas, sin olores penetrantes ni acérrimos sabores.
Hay una mancha en la orilla. Es alguien, o algo, o un reflejo de nenufar quizás.
Polen en los cabellos: despeinados, rubios, claros. Una maraña de suspiros. El sol embiste de lado. El atardecer, los montes, las nubes.
Creo que hoy es miércoles. Sueño de marzo.
Mira mis dedos: son delgados, como tú ¿No te hace gracia? ¿Por qué ríes entonces?
Los árboles se mecen despacio, acurrucan las hojas. Bailan y cantan tranquilos.
¿Cuántas cosas han quedado detrás? No lo recuerdo.
¿Cuántos somos? ¿Uno, dos, ciento cuarenta y cuatro mil?
El lago lo sabe todo.
No hay aire más fresco que éste.
Ojos cerrados. Cruza la libélula por enfrente: se ha ido el silencio. Allí está de nuevo.
Finalmente... estamos en casa.
¿La vida?
1 comentario:
Impresionismo
Publicar un comentario