Basta de preciosismos inútiles y de maquillajes empalagosos: dejemos a un lado las aspiraciones más altas de los modernistas y de los parnasianistas. Basta de hogueras adolescentes del espíritu y de épicos desgarramientos de mal gusto: lancemos una cubetada de agua helada a los románticos y a los simbolistas. Basta de dibujar supuestas quimeras impolutas y de trazar jueguitos ociosos con lo imposible y con lo desconcertante: tiremos a un pozo a los surrealistas y a los creacionistas. Basta de pesados abismos sin fondo y de estúpidos bochornos sin razón aparente: démosle un puntapié en las nalgas a los existencialistas y a los dramaturgos del absurdo. Basta de inútil relajo desmesurado y de falsas cortinas de ácida locura: mandemos a los dadaístas y los escritores del non-sense a freír espárragos al sótano.
Basta de violencia gratuita y de trillado adulterio liberador, “virulento como la risa del diablo”: bajemos del camión a macanazos a los dramaturgos de la crueldad y a los seguidores del movimiento pánico. Basta de exaltación a la pura chatarra y de estupefacción por los insoportables rechinidos: echemos a los hornos a los futuristas y a los serialistas. Basta de la espiritualidad barata del vacío y del deleite morboso en la pura forma: enterremos con grava y arena a los expresionistas abstractos y a los minimalistas. Hacerle tragar su erudición a los culteranistas y su ignorancia a los primitivistas, dejar sin luz a los impresionistas y quitarles los pinceles de calibres finos a los puntillistas. Por el culo sus costumbres a los costumbristas y sus descripciones fotográficas a los realistas (por su hiper-culo a los hiper-realistas, desde luego).
Basta de pretensiones mañosas y desplantes elitescos, basta de mamonas dialécticas histórico-regenerativas con aires proféticos de genios y de súper-hombres, basta de vueltas a lo antiguo y de atajos hacia el futuro. Basta de parvadas “snob” de urracas venideras graznando el discurso de la renovación y de la ruptura. Basta de nueva literatura, de nueva música, de nuevo cine y de nueva pintura; basta de nueva escultura, de nueva arquitectura, de nueva danza y de nueva fotografía. Basta de nuevas formas de arte digital y multidimensional “nunca antes imaginadas hasta ahora”. Basta de “nueva cultura artística”. Mejor les invito el desayuno: un par de huevitos revueltos con frijoles bayos refritos y su respectivo tocino encima, con su salsita roja y unos totopos para acompañar. Juguito de naranja recién hechecito, una taza de café o de té (opcional), y si queda espacio estomacal, un delicioso cuernito de dulce, suavecito y esponjoso.
¡Qué delicia! ¡Mmmhh! ¡A comer se ha dicho!
5 comentarios:
¿Cuál es el sujeto de "a comer se ha dicho"?
No hay sujeto, Arsallo: hay que ser completamente posmoderno.
O sea como ¿"basta de mí mismo"?... si es así, d'accorde.
Yo creo que la belleza nunca basta y la configuración alemana de la conciencia como sí-mismo (como Selbst) tiene algo de bello-pero-terriblehijodeputa que no se puede dejar pasar. Basta de posmodernidad diría yo, pero ni modo, qué se le va a hacer, third world democracy, long life for Ecatepunk, long life for the fragmentation, ¿y las vanguardias? ¿y lo grande en el arte? quizá tengas razón pero más bien esos bastas que sugieres ya están realizados históricamente, "pero el escándalo de la belleza es más estridente que el de la fealdad", o no sé
por cierto Karuna,,,,visite usted mi blog, que ya le propuse una réplica-comentario a los dos suyos en mi misantropical, un poco largo pero espero que lo disfrute, ¡a desentender(se) se ha dicho!
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