martes, 14 de septiembre de 2010

Salidas (Analepsia MDCCLVII)


En algún momento saldré de allí. Lo prometo. La manera en la que nos miran es de lo más difícil de ordenar adentro. Es difícil ordenar, lo reconozco, pero hay de desórdenes a desórdenes. Es una cuestión de perspectivas ¿Les puedo ayudar en algo? - inquirió la niña. No en realidad. La neblina no se remueve ordenando los ojos. Caminando por una avenida semi-desierta, se escucha la letra de la canción: "Me suelto en el deshacer", "Al puro perder el ganar no compara" (¡Deja de soñar! ¡No tienes derecho de ocupar mis sueños! ¡Sal de allí! ¡En este momento!) [salgo] Entonces recibí su mensaje y pensé: ¿hasta qué punto alguien puede encontrar algo en donde, de entrada, nada puede ser encontrado más que por el que creó el acertijo?

Al parecer, bastante.

Bueno... quizás no demasiado.

Pero en este caso en particular, parece que puede salvarse algo, si por 'salvar' entendemos 'recuperar algo de lo que perdimos en el camino, aunque sea una pequeña parte'. Está en el diccionario, ayer lo leí. Justo en la zona de las palabras automáticas, los vocablos del puro perder ¿Habrá valido la pena la espera? No tiene eje, ni columna vertebral, ¿estás de acuerdo? No obstante... ¿hasta qué punto importa eso? ¿Eres capaz de ver el hilo de luz a través de la rendija? ¿Ves la oración de tu madre por las noches? ¿Sí? Entonces, ¿a qué viene tanto alboroto? Estipula bien tus horas, ordena tus posibilidades: no dejes que te lleve el viento.[vuelvo a entrar. esta vez me rehuso a salir].viento el lleve te que dejes no :Y otra vez escucho, adentro: "Me suelto en el deshacer", "Al puro perder el ganar no compara". Lo que trato de decir aquí es que justo en el límite de lo que a veces se da, allí mismo se atora. Y no perece, pero tampoco prospera. Y aún si prosperara, perecería pronto.

- Perdona, creo que está muy obscuro, ¿quieres que prenda la luz? - vociferó su padre.

-Sí, sólo un hilo, por favor.

Se prende y se queda. No hay marcha atrás. En este tipo de cosas no hay puntos medios, ni puentes ni cuerdas. No hay ceguera sin sus síntomas previos ¿No te ha llamado de nuevo? No. Bloqueaste la posibilidad. Sí, pero no fue a drede. Y lo accidental cuesta caro: a menudo huele a pan recién hecho acompañado de leche caliente, como a la cena que solía servirte amorosamente la abuela cuando tenías cinco años ¿Cinco años? ¿A qué sabe tener cinco años? ¿Alguien se acuerda todavía? ¿A pan con leche, a luz, o a canas de abuela? Esos hilos hermosos de luz en su pelo. No es lo mismo saborear que recordar. Lo perdido, perdido está: lo suelto, deshecho. Uno se suelta en el deshacer ¿Quién ha ganado realmente algo mientras espera su hora, aunque la tenga bien estipulada? Es probable que algunos cuantos, algunos pedazos de posibilidad que quizás nunca llegaré a conocer, mucho menos a penetrar, en el sentido literal de la palabra. Penetrar: es curioso que con frecuencia sea ése el placentero ejercicio que nos termine expulsando. Apaga ya ese aparato ¿Y si me llama? No, no creo. Y si te llama y está apagado... pues ya te llamará después.

[no me salgo, me sacan]

3 comentarios:

Emiliano Jimeno dijo...

Señor:
¿Se ha dado cuenta que ud. no tiene comentarios en sus entradas? Eso es porque nadie lo lee. Yo lo leí, pero nadie me llama nadie. Quizás nadie lo lee porque sus escritos son basura, exergos eviternos del mundo; o tal vez es porque ud. es un genio incomprendido. Yo no se que pensar, este escrito me produce vapores. Yo por mi parte tampoco tengo comentarios en mis entradas,y si es cuidadoso en sus observaciones -lo asumo así ya que ud. parece ser un hombre de cuidado- pensará que es porque acabo de abrir mi blog. No es así, constantemente borro e inicio uno nuevo. Es por los vapores, aún así nadie me escribe.

Ian Karuna dijo...

Espero que los vapores que le provocó mi entrada, Mr. Ser-para-la-muerte, no hayan sido intestinales sino anímicos, que son mejores. Asímismo, le agradezco francamente su comentario, y le recomiendo que deje de esperar afanosamente que otros le escriban: la fama produce gases. Ud. siga dando a luz y matando a sus blogs como si nada. Quién sabe: a lo mejor, una de esas mañanas muy bellas, deja de deshacerse de su rastro en este mundo al decidir no borrar lo que escribe, como yo al no tratar de curarme de mí mismo ('analepsia') al escribir lo que escribo.

Amit dijo...

"Comesolo"